En los 90 los grupos de gaita de Torondoy estaban conformados por muchachos entre 15 y 25 años y alguno que otro rezagado de los antiguos gaiteros. El primer día de diciembre se tenía por costumbre realizar el programa "Esperando la Navidad" una iniciativa del Padre Goyo para que el pueblo quisiera mas sus tradiciones.
El primer año participaron Fiebre Gaitera, Policromía Musical y otras agrupaciones invitadas de pueblos vecinos. Recuerdo que fue un grupo de Caja Seca con el que no vimos luz, pero lo importante era formar la parranda.
El siguiente año Fiebre Gaitera cambio de nombre, ahora nos llamábamos Juventud Gaitera, y teníamos presentaciones en otros lugares. En una ocasión Radio Triunfo, una emisora AM de Caja Seca, nos había incluido en la programación navideña. Todo el conjunto estaba muy contento por la invitación, pero por un malentendido la noche que la móvil de radio triunfo subió a Torondoy, Juventud Gaitera se encontraba dando un toque en otro pueblo.
Yo me quedé esa noche en el pueblo, no recuerdo porque razón. En Punta de Brava se iba mucho la luz, hasta en eso para la época había divisiones, un transformador para Punta Brava y otro para la Veguita, pero la carga del transformador de Punta Brava era mayor de su capacidad y a veces se iba la luz solo en el sector. Me fueron a buscar a la casa y entre la luz de las velas encontré mi cuatro y me fui para el Centro de Amigos donde estaba la gente de la móvil.
El equipo de radio triunfo ya se había instalado, cuando entré al salón donde estaban los billares vi a uno de los técnicos ajustando la antena hacia Caja Seca. Javier Mejias, el tamborero mayor también se había quedado en el pueblo, pero no teníamos a mano un tambor. Esto no era impedimento para Javier pues de cualquier cosa hacia un instrumento de percusión, tomó una silla de madera y con sus dedos sacó los mejores repiques de tambor que he escuchado.
Juventud Gaitera no estaba, pero como dicen en el medio "la función debe continuar" así que cantamos varias gaiticas suaves: aquel zuliano, la grey zuliana, canto a la vida... la hora de programación se hacia interminable y eso que a cada rato interrumpían para dar los comerciales e identificar la emisora. Al final se nos acabó el repertorio y tuvimos que completar con un par de canciones que interpretamos con una guitarra de Arsenio.
Cuando por fin salimos del compromiso salí del Centro de Amigos para la casa y allí estaban mis padres quienes habían escuchado el programa con un radio de baterías. La luz no había llegado en Punta Brava, pero gracias a este aparato nos pudieron escuchar en la cuadra.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario